Pozo Alcón

Se encuentra situado sobre una bella altiplanicie a 877 ms. sobre el nivel del mar, en el sureste de la Provincia de Jaén, al sur del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, con el que coincide parte de su término municipal (3.400 hectáreas). Dominada por fértiles huertas, llenas de almendros y olivos, con vistas a Sierra Nevada y al Parque Natural, cuenta con una extensión de 137,85 km2.

PATRIMONIO NATURAL

Manantiales

Son escasas las noticias y documentación que nos permita un conocimiento preciso sobre su historia anterior al siglo XV. Así pues, de sus primeros pobladores cabe suponer que fue la presencia de abundantes manantiales de agua y el hecho de que sea el acceso natural, por su orografía, a las zonas forestales y de pastoreo de la sierra, lo que originó el asentamiento inicial de población en este lugar.

Valdecuevas

Sí existen, sin embargo, datos fidedignos de la presencia humana en estas tierras desde la prehistoria: los hallazgos de Valdecuevas en el Mesolítico (8000- 5000 a de C. ) así lo prueban, y también los puntos geográficamente tan cercanos como los yacimientos del Cerro de Vitar o el Cerro de la Magdalena cerca de Quesada pertenecientes al periodo Neolítico.

Restos Argáricos

De la edad del Bronce hay que mencionar los restos argáricos encontrados en la confluencia del río Fardes con el Guadiana Menor datados entre 1200 y 1700 años a. de C.. También de final de este periodo argárico data el situado cerca del poblado de Arroyo Molinos en tomo al 900 a de C.

Yacimiento de los Castellones de Ceal

Siguiendo con esta constatación histórica saltamos a la cultura Ibérica nacida de los pueblos originarios o nativos que habitaban estas tierras hasta la dominación romana. De suma importancia para el conocimiento de esta cultura fue el yacimiento de los Castellones de Ceal situado cerca de Hinojares y cuya datación se remonta al siglo V a de C..

PATRIMONIO CULTURAL

Todos estos descubrimientos en torno al río Guadiana Menor dan prueba de la importancia que para el tráfico comercial tuvo el corredor natural de Pozo Alcón por donde transitaba el paso que comunicaba las tierras de Andalucía Oriental, con Cástulo a la cabeza, y el Levante español, especialmente Cartagena.
Esta vía se mantiene con la ocupación romana e incluso se refuerza con la creación de nuevos asentamientos militares y vías comerciales hacia Basti (Baza) y Acci (Guadix).
Con la conquista de Quesada y sus alrededores por el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada en el año 1231, el término de Pozo Alcón se sitúa dentro de la franja fronteriza entre la España cristiana y la musulmana, y queda unido históricamente al Adelantamiento de Cazorla.

Denominación de Rios y Arroyos

Del periodo de ocupación musulmana no existe constancia de asentamientos ni en la ciudad ni en su entorno, sin embargo, sí nos dejaron referencia de su cultura, al menos en la denominación de ríos y arroyos. El más importante que recorre estas tierras, es el Guadalentín, pero también otros como el Gualay o Guazalamanco.
Su evolución posterior queda resumida en los siguientes rasgos generales:

  • Las tierras de Pozo Alcón pertenecieron a la ciudad de Úbeda, por donación del Rey Alfonso XI de fecha 22 de Enero de 1331 del término de Quesada en el cual estaban incluidas.
  • En el año 1564 se independiza Quesada de Úbeda incluyendo en su jurisdicción los emplazamientos actuales de Pozo Alcón e Hinojares.
  • En el año 1648 Pozo Alcón se independiza de la Villa de Quesada pasando a tener término propio que entonces incluía Hinojares y sus aldeas.
  • Por último en 1690 los cortijos de Hinojares, Cuenca, Ceal y Arroyo Molinos pasaron a propiedad de D. Iñigo Rodulfo Fernández de Angulo formando el Marquesado de Hinojares base del actual término Municipal del pueblo del mismo nombre.

El centro urbano y el casco viejo del pueblo no tiene una gran relevancia en el aspecto artístico ni en el arquitectónico, siendo su situación a la falda de la montaña con el Picón de Hernández en la lejanía lo que hace de este marco, en su conjunto, un bello pueblo fronterizo entre la campiña de olivar y la sierra. De todas formas sí merece la pena callejear por la parte alta de la villa.

Flora y Fauna

Su flora y fauna es muy diversa debido al peculiar relieve de su término municipal en el que destacan dos zonas muy diferenciadas.
La primera situada al sur de Pozo Alcón, es una continuación de las altiplanicies de la comarca de Baza con un paisaje casi desértico.
La segunda zona situada hacía el norte plenamente montañosa, La Sierra del Pozo, constituye una continuación de las Sierras de Cazorla y Segura hacia el sur. Todo ello unido a la enorme diferencia de altitud que ofrecen los diferentes puntos de su término, (la cota mínima se registra en el cauce del Guadiana Menor de 580 m. y la máxima en el pico de Cabañas con 2.028 m., en tanto que el pueblo se sitúa unos 877 m.), hace posible una gran variedad de flora y fauna.

Pantano de la Bolera

Una de las principales obras civiles realizadas en Pozo Alcón fue la construcción del Pantano de la Bolera. Construido en su idea madre para suministro de agua y puesta en regadío de la mayor parte del término y del de Cuevas del Campo, constituye en la actualidad un foco potencial de atractivo turístico, ya que se ha convertido en un área de recreo donde actividades como la pesca, zonas de baño, piragüismo, senderismo, rutas en bicicleta de montaña, etc. encuentran aquí el medio ideal.

Los habitantes de este pueblo hablan una mezcla de castellano entre andaluz y murciano, caracterizándose por no pronunciar la s final de palabra, al tiempo que alargan la vocal precedente a la misma, fenómeno que puede observarse en el habla cotidiana y en la manera en que se sigue cantando el «fandango serrano».

Gastronomía

La gastronomía tradicional esta muy influenciada por la climatología y la abundancia de caza y pesca. Entre los platos más típicos cabe destacar las gachas, la gachamiga, los talarines, ensalada molinera, tortilla serrana, trucha en salsa de almendras, revuelto de espárragos trigueros, pierna y cabeza de cordero asado, embutidos de carne de caza mayor. etc… Todo ello tomando como base el magnífico aceite de oliva virgen que se produce en esta zona y que, al incorporar el fruto de la oliva los aromas a tomillo y romero de la cercana sierra, se convierte así en uno de los aceites mejor valorados en las catas.
La repostería se basa también en productos naturales y recetas tradicionales como la de los «roscos de baño».