Segura de La Sierra

Este municipio es en su mayoría un territorio de montaña de aprovechamiento forestal, ocupando la superficie cultivada, únicamente, una quinta parte de la extensión municipal y siendo el olivar el cultivo predominante. La riqueza natural y monumental del municipio convierte a Segura de la Sierra en destino obligado de visita de aquel que se aventure en el Parque Natural.

Sus orígenes históricos se remontan a la Prehistoria. Por su término anduvieron fenicios, íberos, visigodos, griegos y romanos y todos ellos pusieron al pueblo nombres que hacían referencia a su altura: Tavara, Orospeda, Castrum Altum… La localidad de Segura de la Sierra está declarada Conjunto Histórico Artístico y Paisaje Pintoresco y se situa en un enclave privilegiado a 1.115 m de altura con vistas al Yelmo y a un impresionante valle donde se mezclan encinas, pinos, olivos y huertas. La cima del cerro en la que se ubica la población está ocupada por un castillo, levantado entre los siglos XIII y XIV. A sus pies se encuentra una plaza de toros única en España. Se conservan aún buena aparte de las murallas que rodearon la villa, así como sectores de la antigua trama urbana y numerosos edificios medievales y renacentistas. Conviene recorrer la calle de los Caballeros Santiaguistas, donde están algunos de los edificios con arquitectura popular serrana mejor conservados. Los Cristianos engrandecieron la villa con casas solariegas con blasones, entre las que destaca la de Jorge Manrique. Aquí fue comendador su padre Rodrígo Manrique. Todos los años, a principios del mes de julio, se celebra en este municipio el Festival Internacional del Aire que atrae a miles de visitantes de todo el mundo familiarizados con el mundo del vuelo. Para más información www.fiaelyelmo.com Segura de la Sierra con 300 habitantes es cabecera municipal. Esta villa se encuentra en el monte que los griegos denominaban Orospeda, perdiendo sus orígenes en la más remota antigüedad, atribuyéndole un origen fenicio bajo el nombre de Tavara. Posteriormente la ocuparon griegos, romanos, cartagineses, siendo bajo los musulmanes cuando Segura alcanzó su máximo esplendor (Saqura) ponderando sobre todo la posición geográfica. Al-Himyari dice que «si se pretende alcanzar fatiga la vista», mientras el ministro y poeta Ibn Ammar opina que «tan elevado lugar en el corazón, si se atreviera, podría hacer de él peldaño hacia las nubes», siendo considerada la más inexpugnable de las ciudades de Al-Andalus, fue ocupada por los cristianos y donada por Alfonso VIII a la Orden de Santiago convirtiéndose desde la mitad del siglo XIII en centro de un amplio señorío. Segura de la Sierra, municipio extenso y típicamente serrano, cuenta con un total de 13 núcleos habitados, todos ellos muy pequeños y situados en magníficos entornos naturales. La actividad económica de la localidad está caracterizada por la presencia de la olivicultura, la ganadería, los aprovechamientos y guardería forestales y el turismo, siendo quizás este último el sector que más aporte hace a la renta de sus habitantes. Sus 1.860 habitantes viven en numerosas aldeas y cortijadas, arropadas por los cinco ríos que surcan su territorio, que nos permitirán un recorrido donde podremos descubrir su gastronomía, costumbres, fiestas y el habla peculiar de sus habitantes. Muy cerca de Segura de la Sierra, en dirección sur, encontramos Trujala, a la que también se accede por la JV- 2032 que parte desde la A-317 a la altura de la aldea de Rihornos. En este paraje a orillas del río del mismo nombre, viven unos 100 habitantes y está compuesto por cortijadas distintas como El Batán, Los Portones y El Porche. En este entorno encontramos los restos de una presa árabe, datada entre los siglos IX y X y el Puente Moro, considerado como monumental, que da nombre a otra cortijada. La pequeña vega de Trujala y su entorno es un ejemplo de la secuencia típica en el esquema de usos y aprovechamientos del ámbito serrano. Es muy destacada la fiesta de la Cruz el 3 de Mayo. Cerca de Trujala, siguiendo hacia el sur, se encuentran las aldeas de El Robledo y El Ojuelo. El Robledo es una aldea de ambiente serrano al pie del monte del Yelmo, y es una pista más usada para acceder a si pico desde el Valle. Tiene 170 habitantes y celebra sus fiestas el último fin de semana de agosto. El Ojuelo es una antigua y tradicional aldea de casas dispersas y ambiente fresco y lleno de verdor, situada en el Valle, con unos 240 habitantes. Posee uno de los más importantes manantiales de toda la Sierra y celebra la fiesta del Olivo en Junio y su verbena del primer fin de semana de agosto es el punto de encuentro de todos los serranos. Desde El Ojuelo se accede rápidamente a la población de Cortijos Nuevos, que con unos 700 habitantes, es la más populosa del municipio. Es una aldea contemporánea, que surge en uno de los cruces de comunicación vitales de la Sierra, situado en el Valle, su crecimiento se ha dado en el siglo XX, sobre todo a partir de los años 70. Cuenta con restaurantes, supermercados y comercios, así como otros servicios públicos como Instituto de Enseñanza Media. Sus fiestas están dedicadas a la Virgen del Pilar el 12 de Octubre. También celebra en mayo la fiesta de San Isidro Labrador. Desde Cortijos Nuevos y en dirección norte, aparecen varios núcleos salpicando la carretera que atraviesa el valle. Carrasco, con 130 habitantes, celebra sus fiestas la tercera semana de junio. En sus cercanías está la aldea de La Alberquilla, con 40 habitantes, El Maruco y Rihornos, que con 50 habitantes, celebra sus fiestas a finales de julio. Paralelo a la carretera en las zonas más elevadas encontramos las aldeas El Castillo de Altamira, Arroyo Frío, El Puerto, El Tobazo, Catena Alto y La Espinareda. Arroyo Frío, con 40 habitantes se sitúa al pie de las cumbres de Beas de Segura y celebra fiestas el 11 de agosto. Catena es la aldea más antigua e histórica de Segura; su nombre aparece en la relación de localidades dependientes de la encomienda de Seguraconfirmadas en 1243 por el infante don Alfonso. Se encuentra situada al pie del cerro Catena y en la actualidad se divide en Catena Alto y Bajo. Tiene un molino de aceite. Muy cerca está la aldea de La Espinarea con los restos de un hermoso castillo del mismo nombre. También en las cercanías se encuentra la cortijada de El Pelón con 25 habitantes. Desde Segura de la Sierra también podemos adentrarnos en su municipio hacia el este, hacia la Sierra Profunda. Aparecen aquí numerosas cortijadas y aldeas entre las que destacan Moralejos y Río Madera. Moralejos, enclavado en la ladera del hermoso valle del río Trujala, muy cerca de las ruínas de Segura La Vieja, tiene unos 40 habitantes y celebra sus fiestas el primer fin de semana de agosto. El paraje de Río Madera engloba multitud de cortijadas dispersas en torno al río del mismo nombre, donde hay también varios campamentos y zonas recreativa. En este este valle, que destaca por sus bosques de pino laricio, encontramos también la cortijada de Arroyo Canales, más conocida como Río Madera, que con 20 habitantes es de las más importantes, contando con servicios turísticos y una pequeña iglesia de una sola nave con vertiente a dos aguas y sencilla fachada. El lugar es el punto de encuentro de los habitantes cercanos, aquí se juegan partidas de bolos serranos cuando el buen tiempo lo permite. Celebra fiestas a finales de septiembre.

PATRIMONIO CULTURAL

CONJUNTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO DE SEGURA DE LA SIERRA

Medieval y renacentista Declarado B.I.C., Paraje Pintoresco y Conjunto Histórico-Artístico Algunos autores atribuyen el origen de Segura de la Sierra a los fenicios, quienes la llamaron Tavara. Habitada posteriormente por otros pueblos colonizadores como griegos, romanos y cartagineses, es bajo la hegemonía musulmana cuando Segura alcanza su máximo esplendor. Tras una serie de disputas entre los almohades, la villa fue ocupada por los cristianos y donada por Alfonso VIII a la Orden de Santiago. Segura de la Sierra, declarada Conjunto Histórico-Artístico y Paraje Pintoresco, encierra en sus umbrías y silenciosas calles, rincones que conservan la misma fisonomía de tiempos pasados y donde las alteraciones han respetado el sabor de sus edificios, mejorando la urbanización y comodidad, con monumentos de singular relieve. Se conservan aún buena parte de las murallas que rodearon la villa, así como sectores de la antigua trama urbana y numerosos edificios medievales y renacentistas. En la cima del cerro que corona la población, se levanta el castillo mudéjar de Segura de la Sierra, cuyo origen se remonta a los siglos XIII al XV y que se yergue desde su altura como un eterno vigía de la villa. Son asimismo de recomendada visita los baños árabes, del s. VIII, reconstruidos en su totalidad, con sus salas fría, templada y caliente; las murallas y puertas de Catena, Góntar, Orcera y Nueva; la Plaza de Toros, del s. XVIII, de planta rectangular y situada en el recinto amurallado; el Ayuntamiento con su portada renacentista; la Fuente Imperial de Carlos V, con elementos góticos y renacentistas; la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Collado; la Iglesia de los Jesuitas, del s. XVI, y la Casa de Jorge Manrique, del s. XVI.

ABRIGOS CON ARTE RUPESTRE LEVANTINO «COLLADO DEL GUIJARRAL»

Neolítico Patrimonio de la Humanidad y B.I.C. Estos yacimientos, escenario donde se plasmó la expresión artística de los habitantes de estas épocas, vienen a corroborar la idea de que se trata de verdaderos santuarios donde, de forma periódica, acudían los humanos para efectuar unos rituales en los que las imágenes pintadas sólo constituían una parte de su expresión. Esta idea se refuerza si pensamos que cerca existen muchos sitios similares que no fueron usados para tal efecto y sin embargo, los que usaron, normalmente lo fueron en numerosas ocasiones, como lo prueba la acumulación de pinturas correspondientes a distintas fases, así como los repintados y superposiciones. Incluso dentro de algunos abrigos se observa una cierta preferencia por determinados tramos de la pared donde se concentran la mayoría de las pinturas. La mayoría de los yacimientos están expuestos al sol, con manantiales y cursos de agua cerca, accesibles desde los lugares de hábitat, cerca de las vías de comunicación y próximos a las cazaderos habituales. Entre los conjuntos estudiados, hay que destacar que al ambiente que reflejan, tanto los zoomorfos como los antropomorfos y las escenas representadas aluden a la caza como tema esencial sobre el que giraron los rituales de los que formaron parte las pinturas, es decir, a aquella actividad que fue el principal medio de vida de las poblaciones serranas desde el Paleolítico hasta la plena adopción de la economía de producción. En el municipio de Segura de la Sierra encontramos las Pinturas Rupestres del «Collado del Guijarral». Se encuentran en un escarpe de la ladera occidental del cerro Guijarral, en el municipio de Segura de la Sierra, cerca de la conocida Cueva de la Diosa Madre, que en conjunto dan al paraje el nombre de Poyo de Los Letreros. Sus pinturas son monocromas, de un rojo uniforme bastante vivo, representando figuras de pequeño tamaño entre las que aparecen arqueros aislados de unos 10 cm. de altura, cánidos, cornamenta de caprino y símbolos a modo de ojos de lechuza de gran semejanza con las representaciones figuradas en huesos de Almizaque y en vasos de Los Millares. Las figuras no aparecen superpuestas en ningún caso, no forman escenas y el estilo es sensiblemente el mismo en todos los dibujos del abrigo, correspondiendo posiblemente a una misma etapa sin que se advierta evolución alguna.

PUENTE ROMANO DE ROMILLÁN

Siglos I-II La Sierra de Segura durante época romana fue un importante paso de caminos que comunicaba el suroeste peninsular con el Levante a través del valle del Guadalimar y la Meseta con el sur a través del valle del Alto Guadalquivir. De ahí que queden numerosos restos de infraestructura viaria, entre los que destacan puentes y calzadas romanas. En el municipio de Segura de la Sierra destaca el Puente de Romillán, de posible autoría romana, s. I-II, está situado en el río Trujala, en el paraje conocido como Romillán, en el término municipal de Segura de la Sierra. La construcción es un puente de un sólo arco con sillería muy perfeccionada de factura semejante al puente romano del río Segura. Se encuentra en un magnífico estado de conservación aunque ha perdido parte del pretil, pero en algunos sillares aún conserva la pintura de las juntas realizada con almagre. Esta infraestructura viaria puede pertenecer a la misma ruta que el puente romano del río Segura y por tanto sería un hito más en la comunicación entre Cástulo y Saetabis.

YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE SEGURA LA VIEJA

Siglos VII-IX El Yacimiento Arqueológico de Segura La Vieja está a pocos kilómetros del núcleo de Segura de la Sierra, en las estribaciones del macizo de Navalperal. Se sitúa en una amplia meseta que corona el cerro conocido también con el nombre de Segura La Vieja, a unos 1350 m de altitud, rodeado de escarpes rocosos que facilitaban la defensa del emplazamiento. Los restos del poblado muestran las ruinas de construcciones de forma cuadrangular, alineadas, en las que se pueden observar restos de paredes compuestas por pequeños guijarros de piedra superpuesta, sin talla ni mezcla alguna para su unión, que delimitan varios habitáculos con una puerta de entrada al interior de un metro aproximadamente. La proximidad de una vía romana hizo pensar en la posibilidad de que se tratara de un asentamiento de esta época, pero este yacimiento pertenece a la época emiral, siglos VIII y IX; sus restos más modernos coinciden con las más antiguos hallados en Segura de la Sierra, siglo X.

MURALLA URBANA DE SEGURA DE LA SIERRA

Siglos VIII-XVI Declarado B.I.C. En el año 781, Segura de la Sierra fue tomada por Abul Asward, quién la fortificó y la dotó de tres órdenes de murallas, lo que convirtió el pueblo en fortaleza inexpugnable. Este recinto amurallado conforma un conjunto complejo y muy bien conservado y actualmente aun pueden observarse muchos tramos de murallas como las que rodean la parte baja del pueblo, las que suben desde la Puerta Nueva hacia el Castillo, los lienzos que descienden desde el Castillo hacia la plaza de toros y el recinto exterior de la Alcazaba. Se conservan cuatro de las cinco puertas que llegó a tener -Catena, Góntar, Orcera y Nueva-, la quinta puerta era la Herrada, cerca del castillo, de la que no quedan restos. También aparecen fortificaciones como la Torre del Agua, Torre de Las Eras… La muralla en algunos tramos resulta muy estrecha lo que hace dudar que este sea su verdadero trazado, ya que según algunos autores es posible que se trate en buena parte de una «cerca fiscal», un muro tardío construido en el siglo XVI o después, para controlar la entrada de productos a la localidad. La medieval iría algo por encima. La Puerta Nueva se localiza junto al Ayuntamiento, rodeada de construcciones. En sus orígenes era puerta de entrada a la villa y está incrustada en la muralla que baja desde el castillo. De la puerta original sólo queda el torreón del lado izquierdo. La actual fue reedificada en el siglo XVI y restaurada hace unos años y es mucho más simple que la original, aunque contaba con puertas que podían cerrarse, como prueban las jambas laterales. La Puerta de Orcera se encuentra hoy muy deteriorada y casi irreconocible como puerta. Para acceder a la villa por la Puerta de Catena es necesario recorrer un largo sendero y además está incluida dentro de un gran torreón, con lo que el acceso al interior de la población obligaba a describir una curva o codo, lo que dificultaba cualquier ataque y facilitaba la defensa. Fue restaurada en 1972. Los únicos restos de la Puerta de Góntar se encuentran en la torre a la que se adosa la plaza de toros, que fue remodelada para convertirla en botiquín de la misma. Al exterior de la muralla debía existir un importante complejo defensivo, aunque muchas de las construcciones han desaparecido en la actualidad. Un ejemplo lo constituye la Torre de Las Eras, en un pequeño promontorio en cuyas proximidades arranca el camino que sube al castillo. Se trata de una gran torre rectangular con dos zonas, un zócalo inferior casi totalmente cubierto por la vegetación, y una parte superior con unas 4 plantas de altura.

EL BAÑO MORO

Siglos XI-XII Llamado también «Los Baños Árabes». Data originalmente del siglo VIII, pero lo que observamos hoy es una reconstrucción total llevada a cabo en 1971 por el arquitecto L. Berges, ya que estaba convertido en una casa. La falta de elementos originales hacer extremadamente difícil fecharlo, pero varios autores coinciden en los siglos XI y XII. Presenta sus salas fría, templada y caliente (frigidarium, tepidarium y caldarium), con espacios acotados en ambos extremos por doble arco de herradura y bóveda de cañón con claraboyas. Las puertas entre las salas están desenfiladas, de forma que no se escapase el calor ni se formasen corrientes de aire.

TORRE DEL AGUA

Medieval Segura de la Sierra Declarado B.I.C. Se trata de una atalaya cercana al castillo y uno de los restos islámicos mejor conservados que quedan de la fortificación del mismo y restos de los caminos que se usaban para descender desde la muralla del castillo hasta esta fortificación. Se la llama así porque según parece fue construida para proteger un manantial existente en la zona que surtía de agua a la Alcazaba, sacando el agua por la parte superior de la torre. Esta hecha en tabiyya, una tapial extremadamente duro que ha resistido de forma notable el paso del tiempo. Hoy en día existe una abertura, proveniente del siglo XVI, que permite acceso al interior.

PUENTE MORO DEL SOTO

Medieval Árabe y Cristiana Puente de un ojo de ladrillo y mampostería menuda sobre el río Trujala, de posible origen musulmán. Los árabes siempres estuvieron atentos al cultivo de sus vegas con huertos y frutales bien regados con agua abundante de los ríos y los embalses, como el de Amurjo en Orcera, construido por Hamusk, de donde podría venirle el nombre; o el acueducto y la presa de Trujala, obras árabes que nos muestran la habilidad de la época para aprovechar un recurso abundante en la sierra como es el agua.

CASTILLO DE ALTAMIRA

Aldea El Castillo El Castillo de Altamira se encuentra en la ladera este de las cuerdas de Beas, en la cortijada de Altamira, en el municipio de Segura de La Sierra. Su técnica constructiva, es similar a otras construcciones pertenecientes al sistema defensivo militar árabe de la zona. El edificio que se conserva es una torre a la que se han adosado las construcciones más recientes enmascarando parte del edificio y de los parapetos originales.

CASTILLO DE LA ESPINAREDA

Aldea La Espinareda El Castillo de la Espinareda se encuentra en el término municipal de Segura de la Sierra, en la cabecera del arroyo de la Espinareda, junto a la aldea y vega del mismo nombre. Se ubica en un promontorio adosado a los montes de la Cuerda de Beas pero mantiene una posición estratégica tanto por el dominio de todo el valle que se abre a sus pies como por la conexión visual con el castillo de Segura de la Sierra. Consta de una torre del homenaje y un recinto amurallado, observándose en sus inmediaciones restos del antiguo poblado medieval. La singularidad del emplazamiento se debe a la armoniosa conjunción de elementos (vega, aldea, castillo, vegetación) dotando al lugar de un gran atractivo paisajístico.

CASTILLO DE SEGURA DE LA SIERRA

Siglos XIII-XIV Declarado B.I.C. y Paraje Pintoresco El Castillo de Segura de la Sierra es uno de los principales atractivos culturales de la comarca. Ya desde que llegamos a la población de la Puerta de Segura se puede ver erguido en la distancia, casi orgulloso, puesto que el emplazamiento que ofrece Segura de la Sierra hace de este castillo el guarda de todo el valle, que se divisa desde sus almenas, y fortaleza casi inexpugnable. El Castillo procede de la época en que los caballeros santiaguistas poseían la encomienda de Segura y posiblemente fue levantado entre los siglos XIII y XIV, aprovechando los baños existentes y parte de los antiguos muros, edificando una fortaleza al estilo «cristiano» con su torre del homenaje y muros exteriores. Se compone de un recinto exterior en el que se distinguen dos aljibes excavados en la roca y una barbacana superior que dá acceso a la puerta principal, que al parecer tenía un acceso diferente al actual. El alcázar tiene patio de armas con aljibe, torre del homenaje, baños y cocinas, una especie de tribuna, capilla de santa Ana y los restos de lo que pudiera ser un almacén, además de tres torres. La capilla está adosada a una torre antes con acceso directo a ella, es de nave rectangular rematada por un ábside semicircular y cubierta a dos aguas, de estilo mudejar, su fecha de construcción: el siglo XIII. La composición actual no es del todo como la original debido a las modificaciones realizadas en la época de la ocupación francesa, durante la cual el castillo sufrió grandes daños y la posterior reconstrucción realizada a finales de los años 60. La Puerta de acceso se articula en codo y rampa, aprovechando las irregularidades de la roca. La Fundación Patrimonio Sierra de Segura ha instalado en el castillo un Centro de Interpretación o Espacio Temático: «Territorio Frontera».

PLAZA DE TOROS

Medieval Se sitúa subiendo hacia el Castillo por una carretera a las afueras del pueblo. Antiguo patio de armas y caballerizas, es una de las plazas de toros más antiguas y curiosas de España. Lo primero que sorprende es su planta cuadrangular y su falta de muros de protección y gradas por lo que la entrada a los festejos taurinos es gratuita, utilizándose como gradas la falda del monte donde se asienta el castillo. Dichos festejos se celebran exclusivamente durante las fiestas en honor a la Virgen del Rosario, mas concretamente los días 6 y 8 de octubre. Es digno de ver como toda la falda del castillo se llena de gente para presenciar a toreros y novilleros durante los festejos. Su botiquín está en la torre de vigilancia de la puerta de entrada de Góntar, que se encuentra adosada a la plaza.

CALLE DE LOS CABALLEROS SANTIAGUISTAS

Medieval Esta calle comienza a cerca de la calle de la Iglesia, bajando hacia la Puerta de Catena. Encontraremos una amplia variedad de fachadas de viviendas rurales de arquitectura tradicional, algunas con los escudos de la Orden, destacando una portada con arco apuntado enmarcado por alfiz, construida a finales de la Edad Media.

VIRGEN DE LA PEÑA

Probablemente Siglo XIV Transición al gótico La imagen se conserva en la iglesia de Nra. Sra. del Collado, en Segura de la Sierra. Se trata de una maternidad, obra de gran calidad y muy original dentro del panorama artístico diocesano. La Virgen de la Peña es quizá la más primitiva imagen de la Virgen con Niño de las que se conservan en nuestra diócesis, siendo esta una temática que se repetirá a la largo de la historia del arte en Jaén y provincia. Es una Virgen de alabastro, con restos de policromía. Según Pedro Galera, la virgen es gótica y cabría fecharla en el siglo XIV. Se apoya en dos piezas muy diferentes unidas hace unos años como pedestal. La superior es un capitel islámico fechable en el siglo XI y XI, posiblemente de los baños árabes. La inferior es un ábaco de los siglos XVI y XVII. Esta imagen fue encontrada en Orcera, en el lugar donde se ubicó el Monasterio de la Virgen de la Peña, hoy destruido y cuya portada renacentista se conserva en la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción, en Orcera. Obedece a alguna de las piezas que portaban los castellanos en la conquista de Al-Andalus y que el pueblo cristiano ha sabido conservar dándole culto a través del tiempo.

CASA DE JORGE MANRIQUE

Siglo XV Este edificio tradicionalmente se ha considerado la casa de Jorge Manrique. En la fachada presenta el escudo de los Figueroa, apellido materno del poeta, pero no el de los Manrique, comendadores de la Orden de Santiago en Segura de la Sierra durante buena parte del siglo XV. Algunos autores sostienen que este gran poeta nació en esta casa y no en Paredes de Nava (Palencia). Según cita Vicente Salvatierra Cuenca en su libro «Segura de la Sierra: Historia y monumentos de una villa medieval», los principales argumentos locales para esta defensa son que el padre Don Rodrigo Manrique residía en estas tierras por lo que no es lógico que su esposa Mencía de Figueroa (oriunda de esta población, donde residía su propia familia) se separase de él para ir a tener a su hijo en Paredes de Nava, dejando en Segura a otros tres hijos menores de 5 años, y realizando un viaje de varios meses, máxime cuando el título de Conde de Paredes de Nava no le sería concedido a D. Rodrígo hasta diez años después. El argumento segureño se refuerza si tenemos en cuenta que en esos años estaba en su apogeo el enfrentamiento entre la nobleza, uno de cuyos líderes era Rodrigo Manrique y el rey Juan II y su valido D. Alvaro de Luna. Enviar a su esposa a Palencia, cerca del centro de poder del monarca con el que estaba enfrentado habría sido como mínimo, aventurado en la época.

IGLESIA DE LOS JESUÍTAS

Siglo XVI La llegada de los Jesuitas a Segura de la Sierra se produjo en 1569. En principio el objetivo era construir un colegio, pero la fundación pasó por numerosos problemas, hasta que finalmente optaron por construir un noviciado. La Iglesia fue levantada entre 1583-93. Estuvo en uso hasta la expulsión de los jesuitas en 1767. Se encuentra adosada a la iglesia parroquial, con planta de cruz latina, de una sóla nave, originalmente cubierta con bóveda que apoyaba en 8 pilastras, que junto con unas molduras y los arcos del crucero eran los únicos elementos decorados. Bajo el brazo oeste del crucero hay un espacio, posiblemente una cripta. El muro este presentaba huecos, posiblemente con arcos de medio punto entre las pilastras que daban a un patio o claustro. La portada presenta decoración renacentista, con arco de medio punto con relieves de apóstoles muy deteriorados en la enjutas, flanqueado por dos columnas exentas sobre pedestal, con capitel dórico. Termina con friso y frontón triángular con una pequeña hornacina y un escudo muy deteriorado. Sobre el conjunto, un ventanal con dintel, alfeizar y jambas de piedra labrada. Este edificio ha sufrido usos diversos y varios expolios. Tras su abandono, durante el siglo XIX, fue usado para tirar los escombros de la iglesia de Ntra. Sra. del Collado y también como osario de los numerosos enterramientos que fueron retirados de ésta para su restauración. En 1930 se extrajeron piedras para la cimentación de las escuelas, en los años 40 sirvió como cine, como lugar para celebrar múltiples actos sociales y socioculturales, hasta su cierre a finales de los años 80. En la actualidad se encuentra restaurada, se puede visitar y es sede de numerosos actos culturales de la comarca.

AYUNTAMIENTO

Siglo XVI Antigua Casa del s. XVI de la Compañía de Jesús, según indican el escudo nobiliario y el anagrama J.H.S. de la portada. La portada renacentista, es de sillería y es muy probable que fuera realizada sobre trazas de Juan Bautista Perolí. En el interior el espacio más interesante es el propio zaguán, con una arcada transversal de dos vanos desiguales, uno de los cuales cobija el arranque de la escalera.

LA FUENTE IMPERIAL

Siglo XVI Data de 1511 con decoración rica y variada, con elementos del gótico flamígero y otros renacentistas. En época de Carlos I debieron añadirse más elementos, entre ellos el gran escudo imperial. La calle central luce este escudo bicéfalo del emperador Carlos V, flanqueado en las laterales por otros dos escudos. Se corona con figuración animal y crestería gótica. Su presentación se parece mucho a la existente en la Alhambra cerca de la Puerta de Justicia. Recibe el agua desde fuera de la población, igual que en el siglo XVI, como se afirma en las Relaciones de Felipe II, donde se indica además que desde esta fuente se dirigía a Orcera y al Colegio de los Jesuitas.

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL COLLADO

Medieval-Siglo XIX En 1810 sufrió el incendio por las tropas francesas y desapareció la iglesia originaria que era de estilo románico. En 1815, el infante Don Francisco de Paula Antonio, volvió a levantarla, pero conservando sólo algunos elementos. Su última restauración fue entre 1976-79 destacando el picado de paramentos y la intervención en las bóvedas. En su interior se encuentra la imagen de la Virgen de la Peña, tallada en alabastro policromado, de estilo gótico y el Cristo Yacente atribuido al imaginero Gregorio Hernández.

PATRIMONIO NATURAL

CUARTOS DEL PINAR

Se localizan en un pequeño enclave de Segura de la Sierra, al sureste de la comarca y limitando con la provincia de Granada. Constituye esta zona el límite noreste de los Campos de Hernán Perea, un vasto territorio altiplano con escasos bosques, entre los 1.600 y 1.700 m de altitud y de unos 20 km de longitud. Su cota más alta la alcanza en El Banderín (1.966 m), aunque destacan también Cabeza Alta (1.958 m), Alto de Valdefuentes (1.835 m) y el Pinar (1.734), desde donde podemos ver el pino galapán, el más emblemático de la Sierra. Desde sus cimas se recogen las aguas que nutren el Arroyo de Cañadalamienta, el Arroyo Sabuquillo y Arroyo de la Juan Fría, que alimentan la Cañada de Los Cuartos. Se accede desde la aldea de Don Domingo, en Santiago-Pontones.

CUERDA O CUMBRE DE BEAS

Altitud · 910 m Esta cuerda de picos que se alzan entre los 1.100 y 1.300 m, separa la zona oeste de la comarca que se abre hacia la campiña jiennense de la zona este, donde se encuentra el macizo montañoso del Parque Natural. Constituye un espléndido mirador natural, desde el que se observa una escena rica, diversa y representativa, aunque no sea una cuenca demasiado amplia. Se accede desde Cañada Catena o Cortijos Nuevos, por la A-314. Desde esta salen varias pistas forestales a derecha e izquierda por las que podemos acercarnos más a los picos de esta cuerda, como el Pegueras, con 1.341 m y una vista excepcionales hacia el este, hacia el amplio valle entre estas cumbres y Segura de la Sierra, distinguiendo claramente los pueblos y aldeas como Orcera, Segura de la Sierra, Trujala, El Robledo, El Ojuelo, Cortijos Nuevos y Hornos de Segura, así como los picos más elevados de la Sierra de Segura, destacando El Yelmo, El Yelmo Chico y el Peñalta en primer plano y más allá en La Cumbre, la Nava del Espino, el Navalperal, el Cambrón e incluso el Calar Alto de la vecina sierra de Albacete.

EMBALSE DEL GUADALMENA

La construcción de este embalse y su puesta en explotación data de 1969, con una capacidad de casi 350 Hm3. Entre las características ambientales de su cuenca, que ocupa una superficie de 1.500 km2 y está ligada a los acuíferos de la Meseta, destaca su paisaje de colinas y superficies de aplanamiento, sobre pizarras y cuarcitas de Sierra Morena. En la actualidad el embalse del Guadalmena se extiende por los municipios segureños de Segura de la Sierra y Orcera en la comarca de la Sierra de Segura y Chiclana de Segura en la vecina comarca de El Condado. Se encuentra protegido por las figuras de LIC y por los PEPMF. Es el tercer gran embalse de la provincia, ubicado en una zona de monte mediterráneo que alterna con pinares de repoblación; hay gran riqueza de caza mayor, como ciervo, gamo y jabalí. También es interesante como observatorio ornitológico, ya que esta gran lámina de agua es aprovechada por aves ligadas a entornos acuáticos. Zona privilegiada, a partir del mes de septiembre, para contemplar la berrea de los ciervos, etapa de celo de este mamífero en la que con sus berridos y peleas entre machos tratan de demostrar quién es el más fuerte de la manada con el fin de atraer a las hembras. Además en sus aguas se pesca el barbo, la carpa, el black-bass y sobre todo el lucio. Dispone de Club Naútico y embarcaciones. Anualmente en sus aguas se desarrollan competiciones de moto náutica puntuables para el campeonato de España (clase t 850 y s 850) y ha acogido alguna vez al campeonato de Europa de Formula 1. Se accede desde Arroyo del Ojanco, tomando la carretera hacia el embalse o desde la N-322 (Bailén-Albacete) en dirección a Puente de Génave, desviándonos a 3,5 km de la primera población por la JH-3.651, que conduce directamente a la presa.

EL YELMO

Altitud · 1.809 m Con sus 1.809 m de altitud, es quizás el monte más emblemático de la comarca, desde el que se divisan todas las sierras que componen el Parque Natural y parte de la Mancha. Se accede desde una pista forestal desde la aldea de El Robledo o desde el Campillo, en la carretera local que une Segura de la Sierra con La Cumbre. Visible desde prácticamente todos los puntos de la cuenca segureña es junto con Segura de la Sierra el primer punto que se ve, incluso antes de atravesar umbrales tan significativos como el de La Puerta de Segura. Su cara occidental, la mas conocida y visible desde el núcleo central de la cuenca segureña, dibuja un monte densamente poblado de coníferas y coronado por blanca piedra caliza cuya forma semejante a un casco, podría ser la inspiración de su nombre, aunque hay que indicar que algunos documentos históricos vienen a nombrarle como «Yermo», al parecer atendiendo a la escasa vegetación existente sobre la dura piedra caliza. En sus laderas aparecen densos bosques vegetación de baja y media montaña con pinos, encinas, coscojas, quejigos, majuelos y cornicabras donde abunda el romero. Conforme se asciende aparece la vegetación de alta montaña, con piornos y lastonares. En la cumbre se encuentra la Estación de Vuelo Libre El Yelmo, que es sede del Festival Internacional del Aire.

HUECOS DE BAÑARES

Usamos este nombre para designar toda una zona localizada en un enclave del municipio al este de la comarca. Se accede por la pista forestal que va de Navalcaballo por el Camino de la Fuente del Tejo hasta Yeste, ya en Albacete y atraviesa una de las zonas mejor conservadas del Parque Natural. La pista discurre por densos bosques de pinares en laderas salpicadas de numerosas cortijadas, la mayor parte en estado de abandono y entre las que destacan Los Prados de Juan Ruiz. Se encuentran aquí dos pequeños pero hermosos calares, el Calar de La Sima (1.700-1.740 m) y el Calar de Morillas (1.600-1.646 m), altiplanicies calcáreas donde se desarrollan variadas formas kársticas. La Cuerda de Morillas sobre los Huecos de Bañares nos lleva hasta el Puntal de la Espinea y las Majaicas (1.646 m), dos magníficos balcones naturales.

MONTE DEHESA CARNICERA

Se localiza entre El Yelmo y el Monte Navalcaballo y es una superficie kárstica que alcanza su máxima cota en el Cerro del Rayo (1.497 m). La naturaleza caliza de los materiales en las zonas más elevadas y su disposición tectónica, que coincide a estas altutides con capas casi horizontales o poco buzantes que forman parte de grandes pliegues, ha originado la formación de numerosas altiplanicies calcáreas en la Sierra de Segura. En estos calares se desarrollan muchas de las formas características del modelado kárstico. Su ladera oeste constituye la cabecera del río Trujala y se encuentra poblada con un denso pinar, principalmente de pino negral. Su ladera este pertenece ya al río Madera y se localiza aquí un bonito y denso bosque de pino laricio donde es fácil encontrar a partir de los 1.200 m, ejemplares de roble melojo sobre pequeños afloramientos de carácter ácido en el piso supramediterráneo, especie rara en el Parque Natural.

RIBERA DE RIHORNOS-CARRASCO

Sobre el río Hornos, entre las aldeas de Rihornos y Carrasco, se desarrolla una vegetación de ribera muy bien conservada donde se pueden observar las principales especies características de este entorno, tales como sargas, mimbreras, chopos o álamos, fresnos y un matorral denso y lianoide de madreselvas, zarzas, rosales silvestres y clemátides. Se encuentra muy accesible, desde ambas aldeas y se puede observar claramente desde la carretera que las une.

RÍO MADERA

El río Madera nace a los pies del Monte Nava del Espino y de los calares de Peña Rubia y Los Caracoles, en el vecino municipio de Orcera. Su entorno es privilegiado, junto al Área de Reserva de Las Acebeas-Nava del Espino. En su paso por el municipio de Segura de Sierra el Madera forma un precioso valle donde se desarrolla el bosque de pinos laricios más llamativo del Parque, abierto en algunos de sus puntos, con un sotobosque de helechos y donde es fácil encontrar la presencia del roble melojo, especie rara en estas sierras, asociada a pequeños afloramientos ácidos. También aparecen pinos negrales, arces, cornicabras, encinas, coscojas, majuelos y una variedad de especies que constituyen un entorno magnífico para observar y escuchar la fauna silvestre. La vegetación de ribera está muy bien conservada, con abundancia de sauces, fresnos, álamos y algunos avellanos y multitud de zarzas y lianas.