Siles

Puerta de entrada al Parque Natural desde Levante, este municipio es un territorio de montaña de aprovechamiento forestal, ocupando la superficie cultivada una mínima parte su extensión y siendo el olivar el cultivo predominante.

Encontraremos parajes naturales como el barranco de Los Tejos, o la Laguna.
Lugares únicos en el sur peninsular son las áreas de reserva de La Nava del Espino y las Acebeas; una auténtica joya botánica que conserva un magnífico bosquete de acebos y avellanos a 1.300 m de altitud, muy cerca de donde se ubica la Residencia de Tiempo Libre Seminario de Siles.
Son numerosos sus miradores naturales por encima de los 1.500 m. Espeleología, escalada, senderismo o vuelo libre pueden practicarse en sus alrededores.
También nos ofrece este municipio áreas recreativas como la fuente de la Almoteja y la zona medioambiental los Pinos, destacando especialmente la de la Peña del Olivar, con su piscina fluvial, su kiosko-bar y donde además podrá visitarse el jardín botánico para contemplar algunas de las especies más destacadas de la Sierra de Segura.
En un valle rodeado de frondosos y agrestes cerros que llegaron a alojar hasta 9 fortificaciones, está Siles, Villa desde 1397, escenario de numerosos acontecimientos históricos y batallas que han dejado como herencia un importante legado cultural.
En su casco urbano nos encontraremos con la antigua muralla árabe y la torre de El Cubo, declarado Bien de Interés Cultural, además de los edificios que conforman el patrimonio histórico de la villa como la Casa Tercia, morada de Jorge Manrique, la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, del siglo XIV y la Ermita de San Roque.
A 160 Km de la capital sus 2.473 habitantes celebran en la fiesta de San Roque uno de los festejos de mayor interés antropológico de toda la provincia. En los últimos 30 años la población de este municipio ha experimentado un importante descenso, quedando en algunas aldeas y cortijadas tan sólo algunas familias, cuando no están deshabitadas o dedicadas a fines turísticos o agrícolas.
Las aldeas más destacadas son Don Marcos, Vega de Castro Bayona, Cañada del Señor, La Fresnedilla, La Pendolera, Los Volaores y La Dehesa del Oso.En general las aldeas presentan vegas y terrenos cultivados, constituyendo pequeñas áreas de cultivo rodeadas por aprovechamientos forestales a las que se accede a través de carreteras asfaltadas o pistas forestales.
En este municipio se ubican numerosos elementos arquitectónicos, sobre todo molinos y cortijos, así como senderos PR del municipio de Siles, entre los que destacan la pista forestal que conduce hasta la cima del Cambrón y el área recreativa de la Dehesa de Oso.

PATRIMONIO CULTURAL

MURALLA URBANA DE SILES · EL CUBO, RECINTO AMURALLADO, CASA TERCIA, ARCO DE LA MALENA

Siglo XIII-XIV
Siles
Declarado B.I.C.
Por el tipo de construcción parece tener origen musulmán, pero fue modificada en época santiaguista. De la estructura defensiva medieval de Siles se conserva un torreón de planta circular, El Cubo, del siglo XIII, construido con mampostería y argamasa que se va estrechando ligeramente a medida que asciende. Está articulado en dos pisos, cubierto el primero con bóveda de media naranja mientras que el segundo se cubre con cúpula gótica de cantería apuntada con nervios sostenidos por canes. Lo remata una terraza.
Su castillo árabe fue remodelado en el siglo XIV por los santiaguistas que mantuvieron su planta cuadrada pero que lo fortalecieron, en tres de sus ángulos, con torreones circulares «o cubos» rodeados por una muralla con aljibe en su exterior, mientras que el cuarto ángulo lo reservaron para la construcción de un pequeño alcázar con dos torreones. La cerca tenía un trazado rectangular y era de argamasa, de dos varas de ancho y 10 varas de alto y de contorno 614 varas. Estas defensas motivaron que en 1397, el maestre Don Lorenzo Suárez de Figueroa le concediese la autonomía y el título de villa.
En el siglo XV, se construyó la Casa de la Tercia entre los dos torreones y se reestructuró el patio de armas destruyéndose parte del aljibe y del lienzo norte del castillo que dejaba así de ser un edificio militar para convertirse en residencia señorial palaciega. Esta casa de aposentamiento, era donde los santiaguistas recogían las rentas de los diezmos del pan y fue residencia de la familia Manrique. Es un edificio cuadrangular actualmente dispuesto en dos plantas, la baja de vivienda y la primera de cámaras, cubierta a dos aguas y en un estado de conservación aceptable.
El entramado defensivo de Siles se fue deteriorando a partir del siglo XIX y son pocos los elementos representativos que quedan además del torreón del Cubo.
Entre ellos merecen citarse algunos restos de su recinto murado: un torreón que abre con arco de medio punto y presenta tres cuerpos en altura, dovelas regulares y esquinas reforzadas a soga y tizón; y la Torre y el Arco de la Magdalena construidos en mampostería que parece ser la entrada original en quiebro, tan característico de la época, al recinto.

CASTILLO DE MORLES

Siles
Declarado B.I.C.
Los castillos de Morles y Pontihonda vigilaban el ramal que desde Siles se dirigía a Bujaraiza.

CASTILLO DE PUENTE HONDA O PONTIHONDA

Medieval
Siles
Declarado B.I.C.
Edificación defensiva ubicada en la ladera oeste del monte de Bucentaina, dominando la confluencia de los arroyos de La Hueta y Puente Honda, tributarios del río Morles. El acceso se realiza desde Siles, a través de una pista en buen estado que da acceso a la aldea de Puente Honda, o desde La carretera de Orcera a la cumbre pasando por la aldea de La Hueta.
El castillo, probablemente de autoría cristiana, es más bien un puesto de vigilancia o atalaya que controla el paso por el río Morles. Se asienta sobre un afloramiento rocoso en la ladera dominada por el pinar aunque limitando con la superficie del olivar.
La construcción se encarama sobre dos peñas gemelas que brotan de un repecho de monte. Sobre cada una de estas peñas edificaron una torre cuadrangular de reducidas dimensiones (la que mira al Sur, 3´50 por 3´80 m; la del Norte muy similar). El material empleado es mampostería, ripiada de modo deficiente. El espacio que queda entre las dos Torres se acotó por medio de dos lienzos de muro que las unían hasta constituir un solo recinto de planta rectangular que mediría 13 por 3´50 m. Las dos albergaban dos cámaras superpuestas con separación de vigas y madera.
Parece ser que se trata de una obra cristiana, aunque es difícil precisar la fecha de su ejecución.

CASTILLO DE TASCA

Medieval
Siles
Declarado B.I.C.
El Castillo de Tasca se levanta, al igual que el Castillo de Peña Fleita, en el margen izquierdo de lo que fue el antiguo Camino de Andalucía.
Las ruinas del castillo de Tasca se localizan en las estribaciones de la Sierra de Calderón, próximas al río Guadalimar. Se accede por un camino que parte desde la pista de la Cañada del Señor, en el término municipal de Siles.
Los restos de la fortaleza se reducen hoy a un parapeto de mampostería menuda muy desmoronado que debía habilitar un espacio interior rectangular de 9´50 m por 3´80 m. aproximadamente y que ocupaba la extensión de zócalo rocoso fácilmente defendible, puesto que un foso natural, formado por una corona de rocas, lo rodea casi por completo. En torno a este zócalo se advierten abundantes vestigios de muros e burda mampostería, al parecer en seco. Estos, correspondientes al recinto exterior, parece que se completaban por el lado del Oeste con alguna obra de tierra, probablemente un foso y su terraplén.

CASTILLO DE PEÑAFLEITA

Medieval
Siles
Este castillo junto con el de Tasca se vinculan directamente con lo que fue en tiempos el «Camino de Andalucía». Sus restos están bastante deteriorados. Se trata de una construcción de mampostería que corona lo que en otro tiempo fue sin duda un importante asentamiento musulmán. Respecto a este asentamiento, decir que aún hoy en día puede observarse perfectamente el trazado de algunas de sus calles, así como numerosos restos de viviendas y de muros de piedra que servían para consolidar el terreno a través de diversas terrazas las que también se asentaban numerosas construcciones.

Decir también que tanto el Castillo como el poblado se levantan sobre una importante zona kárstica, con numerosas cuevas y simas que favorecieron que este espacio ya fuera habitado durante el período Neolítico.

IGLESIA PARROQUIAL DE NTRA. SRA. DE LA ASUNCIÓN

Siglos XIV-XVI
Este templo fue construido entre los siglos XIV y XVI y reformado durante el XVIII. Sintetiza la oscilación del gusto del Gótico al Clasicismo.
Tiene una sola nave con capillas laterales, en la que se distinguen dos fábricas: el tramo del siglo XVIII que se cubre con bóveda de medio cañón, con arcos fajones apeados en una moldura clásica sobre pilastras canjeadas. El acceso a la segunda fábrica se realiza a través de un arco diafragma apuntado que soportaría en otro tiempo una cubierta de madera. La gran torre campanario situada a los pies, es del siglo XVI, horadada por un arco que permite el recorrido perimetral.
En su interior se conservan restos medievales: un arco de diafragma apuntado y el coro ubicado en alto y sostenido por una viga.
En su exterior predomina la lexicografía renacentista con reminiscencias góticas. Las dos portadas, renacentistas, están protegidas con guardapolvo de madera entre contrafuertes. Cuenta con un retablo manierista en principio consagrado a la Virgen pero actualmente acoge una imagen del Sagrado Corazón.
Su estructura se conforma a través de columnas corintias pareadas dispuestas en planos diferenciados, frontón partido, ático y aletones. En su decoración predomina la geometría sobre la figuración vegetal.
Visitas: horario de culto.

ERMITA DE SAN ROQUE

Siglo XVIII
Fue construida en el siglo XVIII cuando se producía un nuevo despertar de la religiosidad popular en el medio rural serrano. Presenta una sola nave rectangular, cubierta a dos aguas, con armazón de madera y presbiterio. Con puertas adinteladas ubicadas en el lado de la epístola y en los pies. El elemento más destacado es el presbiterio cubierto con media naranja rebajada sobre pechinas al que se accede por un arco toral de medio punto.
En su exterior destacan el volumen del cuerpo de la cabecera a cuatro aguas, un contrafuerte con campana para convocar a los fieles y cornisa con moldura en gola.
Su construcción es de mampostería revocada y encalada salvo en las esquinas que son de sillería trazada a soga y tizón.

MOLINO DE NICOLÁS

El molino harinero de Nicolás está situado a escasamente 1 km del núcleo urbano de Siles, en la vega del arroyo de Los Molinos. Este molino es el más importante de los que se encuentran en la zona, tanto por su excelente estado de conservación como por las dimensiones de la instalación que hacían de ella, la más productiva del lugar.
Consta de dos ruedas y tres cuerpos de piedras para moler, todo en perfecto estado, se alimentaba a través de la red de acequias de la vega en la que el molino tenía reservadas sus propias tandas de agua para que su producción no mermara.
La instalación ha estado en uso hasta nuestros días y sólo hace unos años que dejó de funcionar, sin embargo, la continuación de las labores de mantenimiento por parte del molinero ha permitido que tanto el edificio como todos los mecanismos y utillaje de la instalación se conserven en perfecto estado.

POZO DE LA NIEVE

Antaño, cuando no existía la electricidad, se usaron en muchas zonas los pozos de nieve. En Siles vemos el ejemplo mejor conservado de la Sierra de Segura. Se encuentra cerca de la aldea de La Fresnedilla.
El trabajo comenzaba a finales del invierno o inicios de primavera con la últimas nevadas. Durante varios días, cuadrillas de hombres se encargaban de recoger la nieve mediante espuertas y capazos y llevarla al interior de los pozos donde con la ayuda de grandes mazas de madera era prensada y compactada hasta convertirla en hielo.
Una vez lleno el pozo, el preciado elemento se aislaba del exterior mediante una gruesa capa de material vegetal (sobre todo aulaga morisca) y otra superior de tierra arcillosa apisonada. El pozo quedaba así sellado hasta el momento de abrirlo. Ya en verano, cada conjunto de pozos contaba con un encargado que pasaba casi todo el tiempo junto a ellos con la misión de vigilarlos y de vender la nieve.
Bien caída la tarde se abría el pozo y la nieve era cortada en grandes bloques, que se metían en serones especiales, totalmente recubiertos de una fina paja llamada tamo que hacía de aislante. Una vez preparada la carga, se disponía a lomos de fuertes caballerías y era transportada por los arrieros.
El transporte se realizaba siempre durante la noche para evitar las altas temperaturas, manteniéndose bien aislada y en lugar fresco durante el día si el viaje así lo requería por la distancia.

PATRIMONIO NATURAL

ÁREA DE RESERVA LAS ACEBEAS – NAVA DEL ESPINO

Sus especiales caracteristicas ambientales le han valido su reconocimiento como Zona de Máxima Reserva dentro del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, quedando incluido en el Área de Reserva de Las Acebeas-Nava del Espino. Constituye el máximo nivel de protección y se aplica a aquellos espacios de características excepcionales, que engloban un conjunto de ecosistemas de relevantes valores ecológicos, paisajísticos y científicos, correspondiendo a aquellos lugares donde están presentes la mayoría de los endemismos vegetales del Parque, cuya necesidad de protección puede comportar la exclusión de las actividades productivas.
Al norte del Monte Acebeas se alza el Bucentaina(1.395 m), separado de este por la Piedra de los Agujeros, que si bien no se encuentra incluido en el Área de Reserva, presenta una entorno vegetal muy bien conservado y su cima, a lo que solo se puede acceder a pie, es un magnífico mirador natural.

Encontraremos en el recorrido magníficos ejemplares de pino y pequeñas huertas de explotación familiar.
El Monte Acebeas alcanza su pico más alto en el Navalperal, a 1.620 m, una altiplanicie calcárea, típico calar de alta montaña de estas sierras segureñas, al que se asciende entre un bosque pinos donde abundan los acebos y los arces, encontrando igualmente otras especies vegetales como quejigos, majuelos, encinas y algunos avellanos. Durante la ascensión el paisaje que es fantástico y una vez en la cima, las vistas que dominan esta altura (1620 m.) son asombrosas. Puede recorrerse siguiendo es sendero «Acebeas-Cumbre del Navalperal» de la Red de Senderos de la Sierra de Segura.
El Monte Nava del Espino es otro calar, con varios picos entre los que destaca el Espino, que con 1.722 m es el más elevado. Presenta una vegetación compuesta por pinares de media y alta montaña, donde son frecuentes especies como el arce y el quejigo. Se accede por la pista forestal que va del Monte Navalcaballo hasta Yeste. Puede recorrerse siguiendo el sendero «Cumbre del Espino » de la Red de Senderos de la Sierra de Segura.

CALARES

Los calares son una morfología muy extendida en esta comarca, y la mayor parte de ellos se concentran en los municipios de Siles y Santiago-Pontones. Son altiplanicies de grandes dimensiones donde se alzan los picos más sobresalientes y con una morfología kárstica característica.
La naturaleza caliza de los materiales en las zonas más elevadas y su disposición tectónica, que coincide a estas altitudes con capas más o menos horizontales o poco buzantes que forman parte de grandes pliegues, ha originado la formación de numerosas altiplanicies calcáreas en la Sierra de Segura y en sus vecinas del Parque Natural y de Albacete.
En estos calares se desarrollan muchas de las formas características del modelado kárstico, pero destacan también las panorámicas que se observan desde ellos. Al situarse en zonas elevadas, las cuencas visuales son muy amplias, abarcando en la mayoría de los casos varias provincias y constituyendo verdaderos farallones desde los que contemplar los frondosos valles que se desarrollan entre ellos.
En Siles aparecen calares aislados como El Cambrón, en la subcuenca de Torres de Albanchez-Siles, limitando en su cumbre con la provincia de Albacete. Aparece como una montaña individualizada con un característico relieve en forma de mesa y coloraciones grisáceas. Su elevada altura, con una altura máxima de 1.522 m, le permite ser visto desde gran parte de la comarca. Su acceso principal se produce desde la Dehesa del Oso, por un camino que parte desde la carretera de Torres de Albanchez a Villarrodrigo, en las inmediaciones de Onsares. Puede recorrerse siguiendo el sendero «Cumbre del Cambrón » de la Red de Senderos de la Sierra de Segura.
Mención aparte merecen los calares que conforman la alineación norte-sur formada por el Monte Bucentaina, el Monte Acebeas, con su pico el Navalperal y el Monte Nava del Espino, que además de sus características geológicas constituyen un enclave de biodiversidad elevado que le ha valido su reconocimiento como Área de Máxima Reserva.
Pero la zona más interesante de calares en este municipio se presenta en la cabecera del río Tus. Es este un entorno de media y alta montaña coronado por altos calares como El Calarico, en la Sierra del Cuquillo, que alcanza los 1.490 m; la Loma de La Sima y la Loma de Nava Hornillo, bajo el Calar de La Sima, con su pico más alto El Mentiras (1.896 m) que pertenece ya a la provincia de Albacete; El Rayo (1.619 m), el Calarejo Chico, con sus picos Cerro del Pedregoso y Cerro de los Calarejos, casi a 1.700 m de altura; y el Calarejo Grande, que incluye una extensa altiplanicie en la que se elevan varios picos entre los que destacan el Puntal de la Ajedrea (1.507 m), a cuyos pies se abre el Barranco de Los Tejos, uno de los lugares privilegiados para contemplar tejos extraordinarios mezclados con pinos y sotobosque adaptados a estas latitudes, la Peña de Peñalcón (1.300 m), un magnífico balcón natural sobre el cañón del Río Tus, La Era del Boquerón (1.475 m) y El Caballo (1.525 m), que es la continuación del Calar del Mundo de la vecina Sierra del Segura de Albacete, que se encuentra a escasamente 1 km en línea recta y es uno de los calares más renombrados de la Península.
Puede recorrerse siguiendo el sendero «Circular Alta de Siles» de la Red de Senderos de la Sierra de Segura.

PIEDRA DEL AGUJERO

Altitud · 1.290 m
También conocida como Piedra Horadada, La Piedra de los Agujeros marca un hito geomorfológico en el paisaje. Forma parte de una alineación montañosa norte-sur, cuyos principales relieves son Navalperal y el Bucentaina.
Entre ambos se encuentra la “Piedra de los Agujeros” que es un magnífico ejemplo de relieve ruiniforme en dolomías. Se trata de dolomías con estratificación subhorizontal con varias cuevas que atraviesan el pico, y con un relieve “dentado” muy bien desarrollado.
Su cima es un magnífico mirador natural desde donde avistaremos en primer plano el valle de la Hueta y la Dehesa de la Fresnedilla. El acceso sólo es posible a pie, pero el entorno se puede visitar siguiendo la ruta «Circular Peña del Olivar» de la Red de Senderos de la Sierra de Segura.

LAGUNA DE SILES

Altitud · 1.250 m
Los humedales continentales de la Sierra de Segura engloban a los distintos embalses y masas de agua dulce situadas en su territorio, la mayoría de ellas embalses de origen antrópico, pero que funcionan como ecosistemas peculiares que contribuyen a aumentar la diversidad paisajística y ecológica.
Así mismo, juegan un papel trascendental como biotopos únicos, donde encuentran refugio numerosas especies de flora exclusivas de estos ecosistemas: algas, macrófitos, vegetación palustre de las orillas, etc., y se advierte la presencia de grupos faunísticos característicos de las zonas húmedas.
Los humedales continentales naturales son en la Sierra poco numerosos, pero destaca la laguna de Siles, una pequeña laguna de origen kárstico en la cara norte del Calarejo Grande, un calar de alta montaña. Está rodeada de pinos y densos encinares, con varias lagunitas, plagadas de ranas, aunque pueden verse durante todo el año, su máximo esplendor lo alcanzan en primavera.

RÍO TUS

El río Tus nace en Siles, a los pies del Área de Reserva Las Acebeas-Nava del Espino, una de las zonas mejor conservadas del Parque Natural. Su entorno es agreste y húmedo, un valle abierto entre altos calares como el Calarico, el Calar de la Sima, el Calar de Morillas, la Nava del Espino, el Navalperal, la Sierra del Agua,
El Calarejo Chico y el Calarejo Grande, un entorno inigualable con un bosque denso de pinos negrales y laricios, donde abundan especies caducifolias como arces, quejigos, majuelos y espinos que albergan una alta diversidad de flora endémica.
Desde estas altiplanicies calcáreas bajan numerosos arroyos como el Arroyo de la Fuente del Tejo, Arroyo de Navalasna, Arroyo Andrés, Arroyo de la Sierra del Agua, Arroyo de la Camarica, Arroyo de la Cañada del Avellano, cuyos nombres nos indican mucho sobre su vegetación y cuyos hermosos valles van añadiendo progresivamente sus aguas hasta conformar el río Tus.